Puede que mejoremos en conocimientos pero, en los últimos tiempos, no es inusual que vayamos olvidándonos de las normas deontológicas que deben regir nuestra actividad profesional. De un modo u otro, con mayor o menor intensidad, de forma consciente o no, es factible que alguna vez hayamos incurrido en faltas que debiéramos evitar.

Aquí tenéis los códigos de médicos y psicólogos. Nunca está de más darles un repasito.